Comida casera
Es importante saber lo que nosotros comemos no tiene por qué ser bueno para nuestra mascota. Si una persona se comiese un ratón crudo seguro que le sentaría mal y, sin embargo, es la comida natural de los gatos. Por eso muchos especialistas recomiendan que se alimente a las mascotas con comida especialmente preparada para ellos, pues está totalmente estudiada y equilibrada para que tenga las sustancias nutritivas que le hacen falta a nuestro gato.
No obstante se le puede dar de comer alimentos frescos una o dos veces a la semana, para dar variedad e interés a su dieta. Al gato le gustará el sabor y la textura de la comida fresca y, si normalmente sólo come de lata, disfrutará con el cambio.
- Carne guisada de vaca, cordero, cerdo o despojos. La carne puede ser asada, a la parrilla o hervida, y se debería enfriar y trocear antes de servir.
- Carne guisada con pasta. Para que el guiso de carne sea más completo le podemos añadir algo de pasta o patata. Las verduras y los hidratos de carbono sólo deberían constituir una baja proporción de la dieta del gato.
- Guiso de carne con verdura. Se pueden añadir al guiso zanahorias, guisantes u otras verduras como fuente de vitaminas.
- Carne picada. Nuestro gato disfrutará con una ocasional comida a base de carne picada.
- Pollo cocido. Podemos dar a nuestro gato todas las sobras del pollo, incluyendo la piel y los menudillos. Hya que trocear el pollo, retirando con cuidado los huesos.
- Pescado cocido. El pescado blanco, como el bacalao o el abadejo es bueno para revitalizar a un gato enfermo o inapetente. Hay que quitar las espinas.
- Sardinas en lata. Las sardinas, la caballa o los arenques constituyen un banquete muy nutritivo.
- Atún en lata. El atún o el salmón en lata constituyen una comida rápida y completa. Antes de servir hay que quitar las espinas.
- Avena cocida. La avena cocida o las papillas infantiles, hechas con leche templada, son muy apreciadas por los gatitos en crecimiento. No se debe añadir azucar.